Sesíón de gramófono en la Plaza Mayor de Medina del Campo

Fotógrafo anónimo, 1904

Fotografía estereoscópica / 2 negativos sobre cristal de 4,4 x 5,3 cm
Colección Mª Antonia Fernández del Hoyo



Las fotografías históricas actúan como documentos gráficos del tiempo y reflejan en sus luces y sombras los aspectos más diversos de un pasado cada vez más lejano. Esta instantánea, originariamente una imagen estereoscópica, parece a primera vista ser sólo el testimonio gráfico de un momento de ocio y diversión en un espacio público; sin embargo, como veremos a continuación, nos ofrece un enorme caudal de informaciones de gran interés que es preciso reseñar. Sobre su autoría no tenemos noticias contrastadas; su propietaria, la profesora Mª Antonia Fernández del Hoyo, cree que pudiera corresponder a alguno de sus tíos abuelos de la familia de los Fernández Arias, aficionados a la fotografía, y emparentados con el medinense Dámaso Ayllón, concejal en la segunda década del siglo XX.

En la imagen aparece una multitud de personas, preferentemente jóvenes, que están expectantes ante la música que emite un gramófono manejado por una mujer encaramada a un pequeño entarimado en la parte central. Los rostros de los individuos muestran la fascinación ante los nuevos inventos del cambio de siglo –aquí, tanto el gramófono como la propia cámara fotográfica-, incomprensibles para quienes apenas han traspasado los límites de su localidad de origen. Por la prensa local sabemos que la llegada a Medina del Campo de un “artilugio” muy similar, el fonógrafo Edison, fue anunciada en El Castellano de 29 de marzo de 1896 de este modo: “Ayer fue presentado por primera vez en esta villa el mencionado aparato por su propietario D. Manuel Arias Granche en el salón que ocupa el Colegio de Santa Teresa, situado en la calle de la Rúa núm.7… Posee un magnífico repertorio de canto por Massini, Estagno y Tamango e infinidad de canciones populares, poesías de Balar y otros autores, recitadas por los mismos, así como piezas musicales ejecutadas por célebres instrumentistas…”. En nuestro caso, la sesión de gramófono parece pública y quizá gratuita, tal vez una atracción festiva en tiempos de feria.

Por otra parte, interesa fijar nuestra mirada en el escenario abierto en el que se desarrolla el popular “concierto” -la Plaza Mayor de Medina del Campo- y más concretamente en la diversidad que presentan las fachadas del tramo central de la acera de la Joyería. Las más modestas corresponden a las viviendas de “parcelación gótica” que siguen las disposiciones de las célebres “Ordenanzas del Fuego” de 1520, establecidas tras la “Quema de Medina” de la Guerra de las Comunidades: son las que se alzan sobre soportales de pies derechos con zapatas de madera y que conformaban la imagen de la plaza mayor histórica. Dos edificios descuellan en altura alterando irremediablemente la composición homogénea y uniforme del siglo XVI. El primero de ellos es el que aparece a la izquierda de la “gramofonista”: un conjunto de viviendas que en aquel año de 1904 se está construyendo bajo la traza y dirección del maestro de obras palentino Modesto Coloma Palenzuela; su propietario es Mariano Fernández de la Devesa (fue dos veces alcalde de Medina) y es el resultado del desmonte de las casas ruinosas de los antiguos nos 18, 19 y 20 (la casa se describe en: Sánchez del Barrio, 2011, p.39). Este edificio es el primer caso construido en la plaza que incluye miradores en sus flancos (hasta entonces esto no estaba permitido en la Plaza Mayor. AMMC, H, Caja 322-57). El cuerpo de la derecha que falta en la edificación actual no se construirá hasta 1915 por el mismo arquitecto, quien decide seguir el ritmo de la fachada principal añadiendo un cuerpo de balcones igual que los centrales. Los siguientes cinco tramos de viviendas tradicionales que vemos a continuación, serán sustituidos por nuevos edificios de gusto ecléctico y modernista a cargo de reconocidos arquitectos como Manuel Cuadrillero Sáez y Benito de Castro Rueda, en ambos casos a lo largo del año 1915. La casa que cierra el conjunto por la derecha es la que construye el maestro de obras Ricardo Cuadrillero Medina en 1890 para el conocido sacerdote Isidoro Sanz Méndez, ya con nuevos planteamientos constructivos y con el uso de nuevos materiales como el ladrillo rojo aplantillado o los pilares de hierro fundido (cabe recordar que es la segunda casa construida en la plaza de esta tipología y la más antigua de las que aún quedan en pie).

En definitiva, esta fotografía nos ofrece en un golpe de vista algunos de los efectos producidos por los cambios sociales y materiales que se dan cita en una sociedad tradicional, pero también convulsa, a caballo entre los siglos XIX y XX.

Antonio Sánchez del Barrio


BIBLIOGRAFÍA

SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., La Plaza Mayor de Medina del Campo. Valladolid, Fundación Museo de las Ferias, 2011.


<< La Obra Destacada