Santo Domingo protector de la Orden Dominica
Luis Vélez
1564 (fechado en el marco)
Óleo sobre tabla / 245 x 179 cm
Convento de Sta. María la Real (Dominicas). Obra depositada en la Fundación Museo de las Ferias
Inscripción en el marco (desde el ángulo inferior izquierdo) :
“QVI * AVTEM * DOCTI * FVERINT FVLGEBVNT * QVASI * SPLENDOR FIRMA / MENTI * ET * QVI * AD *
IVSTITIAM * ERVDIVNT MVLTOS * / QVASI * STELL[A]E * IN * PERPETVAS * AETERNITATES *
DANIELIS * CAPI * 12 [: 3] / * * * * * ANO MDLXIIII * * * * *”
“Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento y los que enseñaron la justicia
a la multitud resplandecerán eternamente como las estrellas. Daniel, cap. 12 [: 3]”
Presentamos como “Obra Destacada” de los meses de septiembre y octubre esta tabla de grandes dimensiones, obra del pintor medinense Luis Vélez, depositada en nuestro museo por la Comunidad de Dominicas Reales, en la que se representa la rara iconografía de santo Domingo de Guzmán como fundador y protector de la orden de Predicadores. En las últimas décadas esta obra formó parte del retablo mayor de la iglesia conventual –quizá desde su última restauración realizada en los años ochenta o noventa del siglo pasado-, habiendo sido su emplazamiento anterior el muro testero de la reja del coro bajo situado a los pies del templo (puede comprobarse que no aparece en la fotografía del retablo publicada en el Catálogo Monumental de García Chico, de 1961).
En ella aparece santo Domingo vestido con el hábito propio de su orden (túnica y escapulario blancos y manto negro), manteniendo los brazos extendidos y sosteniendo en su mano derecha un tallo de azucenas, símbolo de la pureza, y en la izquierda la maqueta de una iglesia (la Basílica Laterana, la «Madre Iglesia») sobre un libro, las Sagradas Escrituras, fuente de predicación y espiritualidad. Atributos más personales son la estrella dorada que luce sobre su pecho (más habitualmente aparece en su frente o encima de su cabeza) y un perro blanco (suele ser de pelaje blanco y negro) a sus pies con una antorcha encendida entres sus fauces, sin duda, su símbolo más característico. Aparece rodeado, a la izquierda del espectador, por santos, papas y religiosos de su orden, entre los que distinguimos, en la primera fila, de izquierda a derecha y arrodillados: un santo dominico con una cruz en la mano (¿san Vicente Ferrer?), santo Tomás de Aquino en su infrecuente iconografía de doctor portando una maqueta de iglesia que descansa sobre un libro, con la eucaristía en su puerta, y san Pedro Mártir de Verona, con sus atributos habituales; en segundo término, en pie, cuatro personajes dos de ellos tocados con la triple tiara pontificia que nos lleva a suponer que sean los papas Inocencio V y Benedicto XI, ambos dominicos; entre ellos, un cardenal no identificado, pero seguramente también de la orden, y cerrando este grupo, un santo obispo que tal vez sea san Antonino de Florencia, otro de los primeros dominicos canonizados. Por último, al fondo tras los antes citados, asoman dos predicadores más. En la parte derecha, aparece un grupo de monjas dominicas de rostros prácticamente seriados, con santa Catalina de Siena en primer término, todas ellas representadas en actitud orante y con la mirada dirigida al santo fundador, excepto una que mira directamente al espectador y que aparece cobijada por el manto de santo Domingo ¿quizá el retrato de una religiosa que profesa en el convento, cuya familia encargaría el cuadro como parte de su dote destinada a la clausura?
En la parte superior aparece, en el centro, la Virgen María coronada y rodeada de ángeles, sosteniendo en sus manos la túnica y el manto del hábito dominico; en sus flancos, sobre nubes, se representa a los apóstoles Pedro (izq.) y Pablo (der.), santos que según las hagiografías de santo Domingo se le aparecieron entregándole el primero un báculo y el segundo un libro, diciéndole “ve y predica, porque has sido elegido por Dios para esta misión” (Réau, t.2, v.3, p. 399).
Entre ambas representaciones de personajes del mundo terrenal y celestial, hay un paisaje de tonalidades azuladas con colinas rocosas y arquitecturas clásicas, enmarcadas a ambos lados por fondos boscosos, de composición prácticamente idéntica al de la tabla de El Expolio, también de la mano de Luis Vélez, que analizamos recientemente (“La Obra Destacada”, nº 202). Ambas tablas de santo Domingo y El Expolio presentan marcos de idéntica factura con una inscripción en el interior de la moldura en letras doradas, en este caso, una frase latina que corresponde al capítulo 12, versículo 3, del Libro del profeta Daniel, transcrita y traducida más arriba, que alude a la sabiduría y la justicia, facultades que están encarnadas en los personajes de la orden que aparecen representados.
No insistiremos en la cualidades artísticas de este cuadro, que son las propias de un muy activo Luis Vélez en su época de plenitud (de él tenemos noticias entre 1518 y 1575, año de su muerte), cuando ya tiene obra pictórica reconocida -tanto mural como de retablo- en varias iglesias de Medina del Campo (la Colegiata, la parroquial de san Miguel o la conventual de santa María Magdalena) y en templos de otras localidades cercanas como Nava del Rey, Pozaldez o Tordehumos.
Antonio Sánchez del Barrio
BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA CHICO, E., Catálogo Monumental de la provincia de Valladolid. T.III. Medina del Campo. Valladolid, Diputación Provincial, 1961.
RÉAU, L., Iconografía del arte cristiano. Nuevo Testamento (T.1 Vol. 2). Barcelona, Ed. del Serbal, 1997 y 1998. Véase: santo Domingo (t.2, v.3, pp. 394-402), santo Tomás de Aquino (t.2, v.5, pp. 281-285), san Pedro de Verona (t.2, v.5, pp. 69-72) y san Antonino de Florencia (t.2, v.3, pp. 107-108).
ARIAS MARTÍNEZ, M., HERNÁNDEZ REDONDO, I. y SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., Clausuras. El Patrimonio de los Conventos de la Provincia de Valladolid. I, Medina del Campo. Valladolid, Diputación Provincial, 1999, p. 65 (también sobre Luis Vélez en pp. 71-72 y 79-80).
ARIAS MARTÍNEZ, M., HERNÁNDEZ REDONDO, I. y SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., Catálogo Monumental. Medina del Campo. Salamanca, Diputación de Valladolid, 2004, pp. 95, 140, 164, 178 y 195.
LUCÍA GÓMEZ-CHACÓN, D., “Santo Domingo de Guzmán”, en Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. V, nº 10, 2013, pp. 89-106.
SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., “El Expolio”, de Luis Vélez (https://www.museoferias.net/la-obra-destacada-202-marzo-y-abril-2022/).