Juego de altar de plata compuesto por una cruz de altar, seis canteleros, tres sacras y cuatro ramilletes
Gregorio Izquierdo Valladolid
1788 (ramilletes), 1790 (cruz y candeleros) y 1798 (sacras)
Plata en su color y sobredorada, repujada y cincelada Cruz de altar (59,5 x 26,5 x 11,5 cm),
candeleros (45 x 19 x 17 cm), sacras (57 x 48 cm y 34 x 28 cm) y ramilletes (53,5 x 26,5 cm)
Marcas:
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- en la cruz y en los candeleros, al pie y en los platillos:
- “YZ/QVERDO”: Gregorio Izquierdo (marca de artífice)
- “GNIZ/90”: Antonio González Téllez (marca de fiel contraste) / 1790
- Escudo cuartelado de Castilla y León: Valladolid Corte
(marca de localidad) - Burilada
- en los ramilletes, al pie:
- “YZ/QVERD”: Gregorio Izquierdo (marca de artífice)
- “GNIZ/88”: Antonio González Téllez (marca de fiel contraste) / 1788
- Escudo cuartelado de Castilla y León: Valladolid Corte
(marca de localidad)
- en la cruz y en los candeleros, al pie y en los platillos:
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Colegiata de San Antolín de Medina del Campo.
Procede de la antigua Iglesia de Santa María del Castillo o de la Cruz
Durante el último tercio del siglo XVIII, la parroquia de Santa María del Castillo de Medina del Campo –trasladada a la iglesia penitencial de la Cofradía de la Vera Cruz en 1634- conoce un período de esplendor que culmina con varias obras de consolidación de la fábrica del templo, el encargo de nuevos retablos: el mayor en 1793 (actualmente en la localidad de El Campillo) y dos laterales en 1772 y 1777 (uno de ellos hoy en la ermita de San Roque) y la renovación de sus bienes artísticos, mobiliario, enseres litúrgicos y piezas de platería (Moraleja, 1971, pp. 517-518). Entre estas últimas, destaca un juego de altar en plata de gran calidad que la parroquia compra en 1790 al reconocido artífice de Valladolid Gregorio Izquierdo, para lucirla en sus mayores solemnidades; concretamente se le encarga “la hechura de seis candeleros y quatro ramilletes de plata labrada a martillo” por una suma de 10.245 reales, según puede leerse en el correspondiente Libro de Cuentas de Sta. Mª del Castillo de los años 1760-1791 (f.183r). Ha de precisarse que los ramilletes tienen marcado el año 1788 junto al nombre del fiel contraste, que ha sido identificado con el del platero Antonio González Téllez (Fernández, Munoa y Rabasco, p. 110).
El conjunto completo aparece mejor descrito en el inventario que se hace en el último año del mencionado libro (f.186v): «seis candeleros de plata grandes nuebos de tres pies y con medallas de bronce que figuran un castillo. Una cruz grande de plata tambien nueva, compañera de los candeleros del mismo pie, ynsignias y un crucificado de bronce dorado. Quatro ramilletes con pies calados de plata de chapa nuebos, asidos en tablas pintadas de porcelana, compañeros de los candeleros y cruz, que todo sirbe para adornar el altar mayor en las funziones clásicas”. Gracias a que el juego de sacras también luce las armas parroquiales, encarnadas simbólicamente en una torre de dos cuerpos, hemos de añadir al conjunto estas tres piezas que corresponden a las denominadas “palabras” que se encargan en 1798 (Libro de Cuentas de 1794-1812, f.11v) (tomamos estos datos de Arias, Hernández y Sánchez, 1996, pp. 71-73). Todas las piezas que forman este conjunto se conservan actualmente en la sacristía de la Colegiata de San Antolín, a raíz de la demolición de la iglesia de la Cruz acaecida entre septiembre de 1961 y marzo de 1962.
Desde el punto de vista artístico, este conjunto sigue de cerca los arquetipos de la orfebrería litúrgica barroca de la segunda mitad del siglo XVIII, que en nuestro ámbito tiene su foco principal en Salamanca. Más concretamente, sigue los modelos del platero Manuel García Crespo, el artífice salmantino más importante del siglo XVIII, una de cuyas creaciones más difundidas es precisamente el modelo “aquiliforme” de sacras, cuyo ejemplo más antiguo se encuentra en el que dicho orfebre realiza para el altar de plata de la iglesia de La Asunción de La Seca, fechado en 1766 (aunque se conocen modelos esquemáticos parecidos anteriores, de h. 1700-1725). En nuestro caso, el juego de cruz de altar, candeleros, sacras y ramilletes llevan –además de su marca o cuño estampado en las piezas- el sello personal del Gregorio Izquierdo, el más destacado representante de la platería vallisoletana de su época, del que se conocen numerosas creaciones basadas en variantes que parten de prototipos comunes de origen salmantino. Así, el juego de “palabras sacras” (de la consagración en la pieza central, y del evangelio y el lavatorio en las laterales) presenta en los tres casos águilas exployadas, es decir bicéfalas, con las alas extendidas, las cabezas coronadas y con sobredorados parciales. El repertorio decorativo de las piezas alterna las parejas o tríos de cabezas de querubines con elementos eucarísticos (espigas de trigo y racimos de uvas), heráldicos (coronas reales y tarjetones con la torre como símbolo de Ntra. Sra. del Castillo) y vegetales (girasoles, ramas, hojas, campanillas y flores en los ramilletes).
Antonio Sánchez del Barrio
BIBLIOGRAFÍA
ARIAS MARTÍNEZ, M., HERNÁNDEZ REDONDO, J.I. y SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., Semana Santa de Medina del Campo. Historia y obras artísticas, Medina del Campo, Junta de Semana Santa y Diputación de Valladolid, 1996, pp. 71-73.
ARIAS MARTÍNEZ, M., HERNÁNDEZ REDONDO, J.I. y SÁNCHEZ DEL BARRIO, A., Catálogo Monumental de la provincia de Valladolid, Tomo XIX, Medina del Campo. Salamanca, Diputación de Valladolid, 2004, p. 111.
BRASAS EGIDO, J. C., “Aportaciones a la historia de la platería barroca española”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA). Valladolid, t. XL-XLI, 1975, pp. 427-444, p. 438.
BRASAS EGIDO, J. C., La platería vallisoletana y su difusión. Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1980.
FERNÁNDEZ, A., MUNOA, R. y RABASCO, J., Marcas de la plata española y virreinal. Madrid, Antiqvaria, 1999, p. 110.
MORALEJA PINILLA, G., Historia de Medina del Campo. Medina del Campo, Imp. Manuel Mateo, 1971, pp. 517-518.
SAMANIEGO HIDALGO, Santiago, “Juego de Sacras”, en Testigos (Cat. de la exposición Las Edades del Hombre en Ávila). Salamanca, 2004, pp. 305-306.