FUNDACIÓN MUSEO DE LAS FERIAS

 

 Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz: El encuentro

 


I - La Medina de los santos carmelitas

El primer apartado de la exposición está dedicado a la villa en que se encuentran Santa Teresa y San Juan, precisamente la Medina de mediados del siglo XVI que conoce su época de mayor esplendor merced a las grandes ferias. Las vistas panorámicas de la población que Anton van den Wyngaerde compuso en 1565 y 1570, dan buen testimonio de la “villa rica” que era Medina en 1567, año de la segunda fundación teresiana. Las obras seleccionadas para este capítulo muestran aspectos de la estrecha ligazón que hubo entre ambos personajes y Medina del Campo: la infancia de San Juan en su parroquia de San Martín, su paso por el Hospital de la Bubas, su formación en el Colegio de Jesuitas, etc.. Asimismo, con diferentes obras de arte, se recuerda la importancia de las ferias en la Medina de la época y los principales personajes que ayudaron a Santa Teresa en los primeros momentos de la nueva fundación descalza de San José: Baltasar Álvarez, Simón Ruiz, Francisco de Dueñas, etc.

II - La segunda fundación. El monasterio de San José

Este segundo capítulo ocupa toda la capilla mayor de la antigua iglesia de San Martín, sede del Museo. Bajo la extraordinaria armadura mudéjar que cubre este espacio –que recuerda la “sala muy grande y dorada” que ocuparon durante unos días las primeras carmelitas junto a la Plaza Mayor- pueden contemplarse objetos históricos y documentos originales relacionados con la creación de la clausura medinense: el acta notarial de la propia fundación, un sagrario damasquinado, el breviario de Santa Teresa, su enigmática “Cifra”…. Presiden este espacio tres obras maestras originales de Gregorio Fernández: la escultura de Santa Teresa que realizara hacia 1625 para el Carmelo Calzado de Valladolid (obra fundamental en la iconografía de la Santa y modelo de la mayor parte de las obras que la representan); el Cristo atado a la columna de ojos azules del Carmelo vallisoletano, de una calidad artística insuperable, y el sereno San José, titular del monasterio de Medina del Campo. Completan este apartado notables obras napolitanas y de los maestros de Toro que representan a San José, la Sagrada Familia, Santa Ana, la Virgen y el Niño, etc., y una espléndida Virgen del Carmen de Nicola Fumo -titular del desparecido convento carmelita medinense del Corpus Christi- que sigue el modelo de “la Bruna” llegada a Nápoles desde el Monte Carmelo.

III - El encuentro de los fundadores

El encuentro de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz se produce en la primera quincena de octubre de 1567, es decir, dos meses después de la segunda fundación teresiana. Este hecho ha sido considerado por los estudiosos del Carmelo como un acontecimiento fundamental en el futuro desarrollo de la obra reformadora. En este último apartado de la exposición se muestran representaciones iconográficas de los santos fundadores, sus principales encuentros y algunos de sus episodios místicos; primeras ediciones de sus obras literarias y documentos originales inéditos vinculados a sus procesos de beatificación y canonización. Concluye la exposición con varias obras dedicadas a la Virgen del Carmen, protectora de la Orden de Carmelitas Descalzos.

  


 

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