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Con la exposición «Estampas de ferias y mercados (siglos XVIII-XX)«, organizada por Caja España y la Fundación Museo de las Ferias, se quiere recordar la importancia que han tenido en la sociedad tradicional estas reuniones comerciales, auténtico eslabón entre las grandes ferias de tiempos medievales y modernos, y los mercados especializados y muestras monográficas que conocemos en nuestros días. Así, las estampas originales reunidas en esta muestra recogen imágenes de azogues y mercados, vendedores callejeros, «industrias ambulantes», mercaderes «andantes en ferias»,… todas ellas creadas y grabadas por artistas españoles o extranjeros cuya actividad se desarrolla en el llamado «largo siglo XIX»; esto es, entre el último cuarto del siglo XVIII, momento en el que se inicia un período de transformaciones sociales y económicas de amplia repercusión, hasta el primer cuarto del siglo XX, tiempo en el que empiezan a sucederse de manera imparable los progresos tecnológicos que llegan a nuestros días. En esta ocasión los grabados se han repartido en cuatro grandes grupos. En el primero de ellos, el dedicado a los vendedores ambulantes y sus «gritos de la calle», se recogen estampas de personajes con sus mercancías, procedentes de colecciones tan conocidas como: la de los hermanos Juan y Manuel de la Cruz Cano y Olmedilla (Colección de trajes de España, 1777), fuente inspiradora de otras muchas imágenes de tipos y personajes populares; la Colección General de los Trages publicada por el artista valenciano Antonio Rodríguez, en series en las que participaron otros grabadores de renombre como Vázquez, Martí o Albuerne; y Los gritos de Madrid, colección de calcografías de Miguel Gamborino publicada entre 1809 y 1817, elenco muy representativo de los vendedores del mercado madrileño de aquellos años, bajo cuyas figuras aparecen los «gritos» o pregones con los que ofrecían sus mercancías o servicios. Otros oficios y profesiones son recogidos en estampas publicadas en colecciones de láminas de trajes, como las calcografías de José Rivelles y Juan Carrafa (1825) o las litografías de Paul Hadol («White») y Langlumé, sobre pinturas de Pigal, publicadas en París en torno a 1860. Cierra este capítulo la colección completa de xilografías compuestas por Fco. Javier Ortego y Tomás Carlos Capuz, publicadas a lo largo de 1861 en la revista El Museo Universal bajo el título genérico de «Comercio ambulante de Madrid». Un segundo conjunto agrupa estampas de gran calidad técnica, compuestas por dibujantes y pintores viajeros, en su mayoría de procedencia francesa y anglosajona, que llegan a España por razones diversas, pero siempre influidos por las ideas románticas tan de moda en aquel momento. Buscan edificios monumentales, rincones pintorescos, personajes de leyenda y costumbres ancestrales con que ilustrar futuras publicaciones que se imprimirán generalmente en sus países de origen. Ante estas circunstancias, no cabe duda que el ambiente de los mercados callejeros y las ferias semanales serán escenarios propicios donde llevar a cabo sus rastreos. Entre otros artistas de este género citamos a Edward Hawke Locker (1777-1849), David Roberts (1796-1864), Harry Fenn (1845-1911),.. y, con ellos, al más célebre de los paisajistas románticos españoles, el gallego Jenaro Pérez de Villaamil (1807-1854). Por sus obras conocemos de primera mano los «azogues» y plazas de mercado de numerosas ciudades españolas. En estas imágenes, además de las referencias monumentales que enmarcan las escenas, podemos contemplar los diferentes modos de vestir que nos sirven para identificar a los personajes representados según fuera su oficio y procedencia social. Al tercer apartado corresponde una serie de xilografías, muchas de ellas coloreadas, aparecidas en revistas ilustradas como: La Ilustración Española y Americana -y en sus homónimas publicadas en París y Londres-, la ya citada El Museo Universal, así como en otras extranjeras de gran difusión como Le Monde Ilustré o The Graphic, todas ellas de las últimas décadas del siglo XIX. Compuestas en ocasiones a partir de instantáneas fotográficas remitidas por corresponsales, las ilustraciones se realizaban según la técnica de la estampación xilográfica a contrafibra -con la que se consiguen imágenes de sorprendentes claroscuros- o bien siguiendo procedimientos de origen químico. Los dibujantes y grabadores que realizan estas estampas son artistas muy considerados en su tiempo como, entre otros: Bernardo Rico, Fco. Javier Ortego, Arturo Carretero, Tomás Carlos Capuz, Francisco Pradilla, etc. Sus composiciones nos recuerdan el bullicio y los aromas de los viejos mercados finiseculares. Por último, como muestra de representaciones de mercados del primer tercio del siglo pasado, se han recogido varias estampas litográficas publicadas en el conocido libro de viajes de Muirhead y Gertrude Bone: Old Spain (Londres, 1936), donde aparecen escenas de mercados semanales de ciudades con viejas raíces feriales como Salamanca, Medina del Campo, Oviedo o Sahagún, compuestas a partir de fotografías obtenidas durante su viaje por España. Sir Muirhead Bone (1876-1953) fue un magnífico dibujante y grabador nacido en Glasgow donde estudió grabado y arquitectura; su dilatada actividad artística le llevó a participar en las dos guerras mundiales, ejerciendo su oficio en la oficina de propaganda. En todas sus obras dejó constancia de su maestría en la técnica de la representación callejera. Antonio Sánchez del Barrio |
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