DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ – 53 / SEPTIEMBRE – OCTUBRE 2024
Copia de una carta de Jerónimo de Curiel sobre los sucesos de Flandes
Amberes, 8 de septiembre de 1576
Manuscrito sobre papel / 1 folio
Archivo Simón Ruiz. ASR, CC, C 33, 43
Jerónimo de Curiel, mercader de origen burgalés asentado en Amberes desde 1558, fue corresponsal en esta ciudad de los negocios de su hermano, Diego de Curiel, así como de otros mercaderes de Burgos como los Bernuy, de la Presa, los Quintanadueñas de Rouen o los Ruiz de Nantes y de Medina del Campo. También fue factor real en Flandes hasta 1570 año en que vuelve a España para solucionar sus asuntos debido a la ruina a la que se vio arrastrado tras la bancarrota de Diego de Bernuy. A su regreso a Amberes en 1576 el panorama no podía ser más desolador estando el territorio flamenco sumido en un profundo caos tras la muerte de Luis de Requesens, el 5 de marzo de ese mismo año. No sabemos quién envía la copia de esta carta que Jerónimo de Curiel escribe contando unos sucesos tan convulsos vividos en primera persona y que, posiblemente por vía de París o Nantes, llegará a manos de Simón Ruiz con información tan puntual.
En tanto no se nombrase un nuevo gobernador, el mando de los Países Bajos fue asumido de manera interina por el Consejo de Estado. La hostilidad creciente hacia los españoles fue aprovechada por Guillermo de Orange para organizar una revuelta con los descontentos. Así, y tal como se señala en esta carta, a mediodía del 4 de septiembre de 1576, tropas armadas por los Estados Generales secuestraron a los miembros del Consejo de Estado -que se encontraba reunido en Bruselas- obligando a sus miembros a ceder su soberanía a la asamblea de los Estados. Fueron apresados el duque de Aerschot y su hermano el marqués de Havré (aunque fueron liberados al manifestar su acercamiento hacia los rebeldes y su desafección hacia el Rey Felipe II y su Corte donde se les señalaba como instigadores del golpe de estado); el conde de Berlaymont, el maestre general de campo conde de Mansfeld y otros miembros del Consejo, secretarios y vocales también fueron puestos bajo custodia armada. Otras personas particulares fueron prendidas y el propio Jerónimo de Curiel dice que le andan buscando «por estar en cierta lista», razón por la que se ha escondió buscando refugio en el castillo de Amberes.
La situación apuntaba a una rebelión inminente por otro hecho que tuvo lugar meses antes. Tras la capitulación de Zierickzee el 2 de julio de 1576 ante el coronel Mondragón, los soldados -sin paga desde hacía más de dos años- se dirigen hacia Brabante y 1.600 se amotinan en la localidad de Alost (Aalst) siendo declarados traidores por el Consejo de Estado. La impopularidad española ya era creciente cuando se produce el golpe contra el Consejo de Estado en Bruselas. Las tropas de Guillermo de Orange toman Amberes e intentan apoderarse de su castillo defendido por 400 españoles mandados por Sancho Dávila. Al tener noticia de este ataque los amotinados de Alost marcharon a socorrer a los sitiados consiguiendo entrar en el castillo y hacer huir a los holandeses y a las unidades valonas y alemanas que se les habían sumado hasta formar un contingente de 10.000 hombres.
La llegada del nuevo gobernador de los Países Bajos, don Juan de Austria, tendrá lugar el 5 de noviembre, justo después del trágico saqueo de Amberes que, entre otras consecuencias, provocará el éxodo a Colonia de buen número de los mercaderes más importantes de la ciudad.
Fernando Ramos González
BIBLIOGRAFÍA
MARTÍNEZ RUIZ, Enrique, “La crisis de los Países Bajos a la muerte de D. Luis de Requesens”, Chronica Nova, Revista de Historia Moderna de la Universidad de Granada, nº 7 (1972), pp. 5-34.
VÁZQUEZ DE PRADA, Valentín, Lettres marchandes d’Anvers, Paris, École Pratique des Hautes Études, 1960, tome I, pp. 144-145, 164, 218-219 y tome II, nº 393, p. 216.