DOCUMENTOS ARCHIVO SIMÓN RUIZ – 32 / MARZO – ABRIL 2021
Bula de Cruzada tomada a nombre de Juan Ruiz Envito
Madrid, 20 de octubre de 1615
Pliego impreso en letra gótica / 1 hoja
Archivo Simón Ruiz. ASR, CC, C 212, 94

Precede al título en la cabecera el año «M.DCXVI.»
Grabados xilógraficos de san Pedro Mártir (izquierda) y escudo del papa Paulo V Borghese (derecha)
Al pie, alzada sobre calvario y peana, cruz de Jerusalén rematada con botones (izquierda); firma estampillada de Martín de Córdoba (centro) y escudo del mismo como Comisario General de la Santa Cruzada (derecha)

Restauración Sara Mañoso, con el patrocinio de la Junta de Castilla y León



En origen la bula de Cruzada fue un instrumento mediante el cual se ofrecía una serie de gracias e indulgencias al comprador bien mediante su participación directa en la lucha contra el infiel o a través de una contribución dineraria a modo de limosna para el sostenimiento de la Cruzada contra los enemigos de la fe. Andando el tiempo, llegó a convertirse en uno de los tres impuestos más lucrativos con los que contribuía la Iglesia, junto con el subsidio y el excusado.

La bula de Cruzada que aquí presentamos corresponde a la llamada “Bula común de vivos”: común porque iba destinada a todos los cristianos de su tiempo desde los 12 años en adelante, y de vivos porque las gracias concedidas sólo podían aprovechar a éstos. Toda la población lega en edad de confesión, directamente o a través de terceros, adquiría al menos una bula por la presión de los predicadores y de la autoridad civil. Este tipo de bula se emitía en dos precios: para el pueblo llano eran dos reales de plata y para los señores ocho. Los padres solían comprarlas por sus hijos, los maridos por sus mujeres y el criado la podía adquirir de fiado o pagarla el amo a descontar del sueldo a percibir. Los efectos que la bula producía por el mero hecho de tomarla comenzaban cuando el fiel la adquiría y cesaban con la publicación de la siguiente bula anual. Estas gracias eran: absolución de excomunión mayor o menor, absolución de cualquier censura, conmutación de votos e indulgencia plenaria en vida y en artículo mortis; además permitía comer carne en Cuaresma previa consulta médica y asistencia del confesor.

La bula que aquí traemos fue publicada el 20 de octubre de 1615 para su predicación a lo largo del año siguiente de 1616 como indica el encabezamiento expresado en numeración romana. El grabado de san Pedro Mártir, en la parte superior izquierda, nos indica que el lugar de su impresión fue el monasterio dominico de este nombre en Toledo que, junto al jerónimo de Ntra. Sra. de Prado en Valladolid, tenían el privilegio de su impresión. La firma estampillada y el sello grabado al pie de esta bula nos hablan de Martín de Córdoba, Prior de la Colegiata de Sta. Mª de Xunqueira de Ambía (Ourense) entre 1594 y 1620, nombrado Comisario General de la Santa Cruzada por su afinidad con el duque de Lerma.

La singularidad de esta bula en el Archivo Simón Ruiz estriba en que fue comprada por Cosme Ruiz a favor de su hijo, Juan Ruiz Envito -siendo aún muy niño-, como hacían muchos padres con sus hijos menores de edad. Este impreso, cumplido el efecto de sus gracias, sirvió de envoltorio a otros documentos relevantes de los negocios paternos: las cartas que Gaspar Dias da Costa escribió desde Lisboa en 1605 y 1606 junto con las copias que a él se enviaron de las cuentas que se le sacaron tanto a él como a Pedro Gómez Reynel, y lo que Cosme Ruiz remitió por cuenta de la feria de diciembre de 1605. Nos encontramos con distintas operaciones financieras que podemos rastrear en otros documentos conservados en el Archivo Ruiz: un fragmento de libro manual (ASR, CC, C 249, 227) con cuentas sacadas de Sevilla y Valladolid (noviembre 1604 a noviembre 1605) que se envían a Lisboa y cuentas deudoras con remesas de letras para distintas ferias entre 1604 y 1606 (ASR, CC, C 249, 228 a 243) en las que figuran como deudores Pedro Gómez Reynel, Ruy Gomes de Vilanova, António Fernandes de Vilanova y Gaspar Dias da Costa. Estas anotaciones hacen referencia a negocios en los que Cosme Ruiz participó a través de su relación con Gaspar Dias da Costa como fue el “socorro” ofrecido por este último a Pedro Gómez Reynel en el asiento que tomó con la corona el 9 de agosto de 1604 sobre el almojarifazgo mayor de Sevilla.

Fernando Ramos González


BIBLIOGRAFÍA

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