PRESENTACIÓN
En Museo de las Ferias, 2004. Comercio, mercado y economía en tiempos de la Reina Isabel, se ha logrado reunir más de un centenar de obras artísticas, objetos de uso cotidiano y documentos clave de la historia del comercio y las grandes ferias de la época de Isabel la Católica. Con este extraordinario elenco de piezas originales, la Fundación Museo de las Ferias propone un recorrido por aquellas reuniones mercantiles que supusieron algo más que un pilar esencial de la política económica de los Reyes Católicos; fueron el encuentro fecundo de sociedades diferentes, culturas semejantes y modos de vida diversos, congregados en un mismo espacio y en un mismo tiempo, el “tiempo de ferias”. De este modo, nos acercamos a un momento trascendental de la historia de España, con la reina Isabel como una de las grandes protagonistas.
En el Museo se mantiene el mismo discurso expositivo desde su inauguración en abril de 2000; sin embargo, gracias a las cesiones temporales de importantes instituciones culturales, entre los meses de abril, mayo y junio, la colección de obras se ajusta al período del reinado de los Reyes Católicos, con las ferias de Medina del Campo como guión de referencia.
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Este proyecto cultural ha sido posible gracias a la generosa participación de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Medina del Campo y la colaboración de la Fundación Santander Central Hispano.
CONTENIDOS
1 – La Ferias. Historia y escenario urbano
Con el apoyo explícito de los Reyes Católicos, las ferias de Medina del Campo se convertirán en las ferias internacionales de pagos de la Corona de Castilla. En este capítulo se abordan los hitos fundamentales de las mismas: su creación en los comienzos del siglo XV por el infante Fernando de Antequera, su ordenación espacial en torno a la gran Plaza Mayor y las rúas gremiales que confluyen en ella, y su enorme desarrollo hasta convertirse en una de las principales plazas mercantiles y de cambios en la Europa del siglo XVI.
Para ilustrar este primer capítulo, se exponen, entre otras obras, un conjunto de yeserías y aliceres originales de las Casas Reales donde muere Isabel la Católica en 1504, el plano de un proyecto de “alcaiçería” o lonja de mercaderes que se pretendió construir en dicho palacio -mostrándonos su estado en 1575- y, asimismo, las primeras Ordenanzas conocidas de las ferias medinenses, dictadas por Dª Leonor de Alburquerque, y la Provisión de los RR.CC. que las reconoce como Ferias Generales del Reino en 1491.
2 – El comercio textil
El comercio de paños, sedas, lienzos, encajes y bordados, hacen de Medina del Campo uno de los centros castellanos más importantes de contratación de manufacturas textiles, siendo éstas las mercancías más veces citadas en la documentación de la época referente a transacciones comerciales. Entre otras piezas, pueden contemplarse: un tapiz procedente de los talleres de Bruselas que recuerda la importancia del comercio de las tapicerías flamencas; el escudo de los reinos de Castilla y León sobrepuesto en un estandarte utilizado en la proclamación de nuevos reyes –pieza extraordinaria de comienzos del siglo XVI-,… y, junto con ellos, pragmáticas reales y ordenanzas, prendas litúrgicas de ricos bordados y un repostero con las armas de las poderosas familias de los Velasco y los Mendoza.
3 – El comercio de obras de arte
El activo comercio de obras artísticas se manifiesta muy pronto en las grandes ferias de Medina del Campo, hecho que se refleja en las numerosas piezas de importación que aún se conservan en muchas ciudades y villas castellanas. Por ello, bajo la gran armadura mudéjar fechada en 1512, que cubre el espacio de la antigua capilla mayor de la iglesia de San Martín, sede del Museo, se exponen extraordinarias obras artísticas ligadas todas ellas a las antiguas grandes ferias; entre otras: relieves importados de la región de Brabante, tablas pintadas procedentes de Amberes, Brujas o Bruselas; piezas realizadas por grandes artistas del momento que trabajan en Castilla como los escultores Gil de Silóe, Alejo de Vahía o el denominado Maestro de Covarrubias, y pintores como Adriaen Isenbrandt y los Maestros de Osma, de Sta. Gúdula y de los Balbases. Asimismo, cabe destacar la impresionante escultura orante en alabastro -la más antigua de su género- del obispo Lope de Barrientos, uno de los preceptores de la reina Isabel.
También, dentro de este apartado, se exponen obras de platería de singular interés; entre otras, varios cálices en los que queda patente la transición de los últimos modelos goticistas a los del incipiente Renacimiento; dos cruces, una relicario procedente de los talleres italianos del momento, y, como contraste, otra procesional de origen castellano, fiel reflejo de la mejor platería gótica de fines del siglo XV.
Mención aparte hemos de hacer de uno de los más importantes conjuntos artísticos importados de la ciudad de Amberes: el retablo de San Juan Bautista de la iglesia de El Salvador de Valladolid. Instalado precisamente en 1504, constituye una obra de excepción que muestra como pocas la intensidad de estas relaciones comerciales, así como la calidad artística que llegaron a alcanzar los maestros flamencos. El banco del retablo, elaborado en Castilla, ha sido restaurado para esta ocasión, exponiéndose por fin el conjunto completo.
4 – La llegada de la imprenta y el primer comercio del libro impreso
La aparición de la imprenta supone una revolución en la difusión de los conocimientos. Si bien Medina del Campo no figura entre los primeros centros impresores españoles –el primer libro editado en ella está fechado en 1511-, sí le corresponde un lugar excepcional como uno de los primeros focos distribuidores de impresos en la Península; esto queda demostrado en las numerosas adquisiciones documentadas en sus ferias en los finales del siglo XV, como las que el Cardenal Cisneros encarga para la biblioteca de la futura Universidad de Alcalá, cuyas cuentas pueden contemplarse en primicia.
El conjunto de libros incunables expuesto puede calificarse de excepcional y, más aún para nuestro caso, sabiendo que algunos de ellos se comerciaron en España por vez primera en Medina del Campo. Así, obras clásicas como las Metamorfosis de Ovidio o las Epístolas familiares de Cicerón o descripciones del mundo conocido de entonces, como la Geografía de Ptolomeo o la Crónica de Nuremberg, de la que se expone una xilografía, son ejemplos singulares de este primer comercio del libro impreso.
5 – Mercaderías y oficios diversos
En este capítulo se quiere reflejar la enorme variedad de mercancías y oficios relacionados con la actividad ferial, por ello, en este espacio del Museo, se exponen obras de diversa naturaleza que se comerciaron al por mayor en las ferias de los tiempos de la reina Isabel. Ejemplos de este mercado masivo de piezas importadas son las pequeñas esculturas denominadas “de Malinas” por proceder de esta ciudad flamenca, platos y bandejas rituales de Dinant –las famosas “dinanderíes”- o de Nuremberg, arquetas encoradas, “cofres de Flandes”, obras elaboradas en marfil, con esmaltes y otros materiales suntuosos. En contrapartida, no podían faltar objetos de uso cotidiano y producción local como vasijas y piezas cerámicas de todo tipo –de barro cocido, loza dorada, azulejerías, etc.- o elaboradas en otros materiales como el hierro, el peltre o el bronce.
Una ordenanza sobre el precio del vino, dictada ante la llegada de la reina Isabel y la inminente feria de octubre de 1503, nos recuerda la enorme importancia que ya tenían los vinos de la Tierra de Medina en aquella época.
6 – Los cambios y el mercado del dinero
El gran volumen de contratación de negocios monetarios, las pioneras transacciones realizadas con letras de cambio, y, en definitiva, las precoces actividades financieras mantenidas entre Medina del Campo y las más importantes plazas financieras de la Europa del momento, como Amberes, Lyon, Besançon o Florencia, ponen de manifiesto el lugar de primacía que ocupan las ferias medinenses en el panorama económico de los tiempos de Isabel la Católica. Esta consolidación se consigue fundamentalmente a partir de los inicios del último tercio del siglo XV, con su conversión en ferias de pagos de ámbito internacional.
Este último capítulo, posiblemente el fundamental en la historia de las ferias medinenses, está ilustrado con piezas y documentos de singular relevancia, casi todos ellos inéditos hasta ahora: el testamento original de Alonso de Quintanilla, Contador Mayor de los Reyes Católicos, y el gran protagonista de su política hacendística; el más antiguo libro de contabilidad por partida doble conocido hasta ahora en la Corona de Castilla; cajas de cambista, juegos de pesas y una vara de cuentas; cédulas reales y privilegios monetarios; las más antiguas letras de cambio castellanas conocidas hasta el momento, en este caso, tres fechadas en Medina en 1493 y giradas a Amberes, Florencia y La Rochela, etc. Respecto a las piezas monetarias, no podía faltar una muestra significativa de las monedas acuñadas en tiempos de los Reyes Católicos con un doble excelente, pieza de oro creada a partir de la Real Pragmática de Medina del Campo, de 1497.
Las Instituciones organizadoras agradecen la importante colaboración prestada por las siguientes instituciones:
Archivo de la Catedral de Burgos. Archivo General de Simancas. Archivo Municipal de Ávila. Archivo Municipal de Cuéllar. Archivo Municipal de Medina del Campo. Archivo Dª Pilar Alonso Bescós. Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Archivo de la Villa de Madrid. Arzobispado de Burgos. Arzobispado de Valladolid. Ayuntamiento de Ávila. Ayuntamiento de Cuéllar. Ayuntamiento de Madrid. Biblioteca D. Mariano García G. Cañas. Biblioteca Nacional, Madrid. Campanas Quintana (Saldaña). Colección Fontaneda Berthet, Castillo de Ampudia. Colección particular, Valladolid. Colección Timoteo Pérez. Colegiata de San Antolín (Medina del Campo). Convento de San José de MM. Carmelitas. (Medina del Campo). Convento de San Juan de la Cruz de PP. Carmelitas (Medina del Campo). Convento de Santa Clara de MM. Clarisas (Medina del Campo). Convento de Santa María Magdalena de MM. Agustinas (Medina del Campo). Convento de Santa María la Real de MM. Dominicas (Medina del Campo). Convento de PP. Dominicos de las Caldas de Besaya (Cantabria). Diputación de Valladolid. Fundación Joaquín Díaz. Fundación Santander Central Hispano. Fundación Simón Ruiz (Medina del Campo). Galería Frame, Madrid. Iglesia parroquial de El Stmo. Salvador (Valladolid). Iglesia parroquial de San Pedro (Alaejos). Iglesia parroquial de Santa María (Valdearcos de la Vega). Iglesia parroquial de Santa María (Herrera de Duero). Iglesia parroquial de Santiago el Real (Medina del Campo). Instituto de Valencia de Don Juan, Madrid. Museo de la Colegiata de San Cosme y San Damián (Covarrubias). Museo Diocesano de Valladolid. Museo de León. Museo Nacional de Escultura, Valladolid. Museo de las Peregrinaciones, Santiago de Compostela. Museo de la Universidad de Valladolid. Museo de Valladolid. Universidad de Valladolid.
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